Como bien sabéis, prefiero el salado mucho más que el dulce. Cuando empecé con el blog hace ya casi año y medio, si hablaba de receta dulce casi siempre (por no decir siempre) me refería a cupcakes. Sí sí, me dio por allí, y de vez en cuando sigo haciéndolos, pero ya no tanto como antes. Se me fue la fiebre de los cupcakes. Digo fiebre porque me dió fuerte. Creo que hacía cupcakes casi cada fin de semana, para practicar y mejorar. Evidentemente tenía que llevarlos al trabajo o llevarles a mis hermanas porque nosotros solos no podíamos con tanto cupcake y al final, como todo en exceso, cansa. Me envolvió por completo el mundo cupcake. Si es que se pueden hacer de tantos sabores, tiene tanta cosa para poder decorarlos y quedan tan y tan cuquis, que claro, a mí, amante de lo cuqui, no me pude resistir.
Ahora mi afición repostera ha ido evolucionando y me animo a hacer otro tipo de cosas dulces que no sean cupcakes. He hecho varias cosas pero la receta que os traigo hoy, me quedó…uffff. No hay palabras que describan bien cómo me quedó, así que lo voy a describir con un uffff, porque no encuentro la palabra ideal (no tengo abuela).
Creo que la primera vez que probé esta receta, fue en un restaurante peruano al cual fui con mi Caulli y su Marki, y con mi Mixto of course. Comimos súper bien, estábamos llenos, pero no podíamos irnos de allí sin pedirnos algo de postre porque, nada más entrar, estaban expuestas todas las tartas y cosas ricas que tenían de postre. Y se notaba que era casero casero, por lo que nos decidimos a compartir un lemon pie. Es mucho más ligero de lo que parece ya que cuando ves la tarta, piensas, uy, que empalagoso, pero no, todo lo contrario. Entra súper bien.
Y cómo no, chafardeando en Cookbooth vi una receta de Lemon Pie que me llevó directamente a ese momento en el restaurante peruano y se me metió en la cabeza que tenía que hacer uno. La receta que vi no me convenció mucho, así que me puse a buscar y encontré esta receta para Thermomix, que adapté a mi súper Cuisine Companion, así que esta receta la hice con Cuisine, pero como ya sabéis, se puede hacer perfectamente sin, aunque con ella, todo es mucho más fácil. Subí la receta a Cookbooth también, por si queréis ver el paso a paso con fotos. Podéis verla aquí.
INGREDIENTES:
Para días en los que quieres volver a un momento pasado.
PARA LA MASA QUEBRADA:
- 300 gr. de harina
- 130 gr. de mantequilla
- 70 gr. de agua
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de azúcar
- 1 cucharadita de levadura química
PARA LA CREMA DE LIMÓN:
- 130 gr. de azúcar
- La piel de un limón
- 100 gr. de zumo de limón
- 200 gr. de agua
- 4 yemas
- 50 gr. de maizena
- 40 gr. de mantequilla
PARA EL MERENGUE:
- 4 claras de huevo
- 50 gr. de azúcar
- Unas gotas de zumo de limón
- 1 pizca de sal
- Azúcar glass al gusto
Precalentamos el horno a 200ºC.
Primero preparamos la masa. Ponemos la harina, la mantequilla, la sal, el azúcar y la levadura química y añadimos el agua en la Cuisine o en la batidora que tengáis con el accesorio para amasar. Mezclamos a velocidad media, en Cuisine velocidad 7-8 hasta formar una bola. Envolvemos en papel film y metemos en la nevera. Mientras, engrasamos un molde con mantequilla.
Pelamos el limón con la ayuda de un pelador, con cuidado de no coger la parte blanca, sólo la piel.
Extendemos la masa con la ayuda de un rodillo y forramos el molde. Pasamos el rodillo por encima del molde para «cortar» la masa sobrante según la forma del molde. Pinchamos con un tenedor la masa, para que no suba. Metemos en el horno hasta que veamos que la masa está doradita.
Separamos la yema de la clara de los 4 huevos.
Mientras se hace la masa, lavamos el recipiente de la Cuisine o batidora y secamos bien. Ponemos el azúcar para la crema con la cuchilla ultrablade y pulverizamos a velocidad máxima durante 1 minuto. Añadimos la piel del limón bien seca. Añadimos el resto de ingredientes para la crema de limón. Ponemos 10 segundos a velocidad 6 en la Cuisine o en vuestra batidora. Después programamos velocidad 4 a 90 grados durante 6 minutos. Acabado el tiempo, ponemos 2 minutos más a velocidad 4 sin temperatura. Sin cuisine lo podéis hacer en una olla.
Rellenamos la masa con la crema de limón, repartiéndola bien uniformemente con la ayuda de una espátula.
Ahora toca hacer el merengue. Ponemos las claras en la Cuisine y batimos a velocidad 7 durante 8 minutos sin tapón. A los 4 minutos, añadimos el azúcar glass para el merengue y unas gotitas de zumo de limón, hasta tener las claras montadas a punto de nieve. Sin Cuisine, montamos las claras a punto de nieve como hacemos normalmente.
Rellenamos una manga con la boquilla que queramos. Yo usé una en forma de estrella cerrada. También podéis poner el merengue por encima sin manga, con una espátula. Con la manga y la boquilla, ir haciendo florecitas hasta cubrir la tarta.
Por último, ponemos en el horno a gratinar el tiempo justo para que coja colorcito o quemamos la superficie con la ayuda de un soplete. Yo lo hice con el horno, que aún no tengo soplete 😛
Dejamos enfriar a temperatura ambiente y conservamos en la nevera.
Se puede llevar perfectamente en un tupper, de postre. ¿Qué mejor postre que éste? Vais a ser la envidia de la oficina. Garantizado.